Por Mauricio Rodriguez
El 2012 ya entra en su tercer mes y
gozamos de un clima seco, con buen sol y cielo azul que nos invita a
disfrutar de las actividades al exterior y, definitivamente, a tomar
nuestra patineta y salir a rodar. Algunos la utilizamos para
facilitar nuestras actividades diarias como ir al cajero, pagar
nuestro celular, encontrarnos con amigos o simplemente terminar la
jornada surfeando un poco la jungla de concreto, otros esperan los
martes, jueves y fines de semana para bombear el Parque Nacional o
hacer freeride hasta que las piernas no den más y sea hora de...
“quién dijo remate frío?” También existe otro tipo de rider
que busca explorar los límites de la velocidad en downhill y sueña
con impaciencia el momento en el que todos los factores ideales se
den para salir a carretera o, en el mejor de los casos, competir en
una carrera...
Esta última modalidad del longboarding
es, a mi parecer, la más exigente mental, emocional y físicamente,
ya que cada rider que se inscribe en una carrera está expuesto a
sobrepasar sus propios límites y a enfrentar el éxito o el fracaso.
En carreras no hay nada escrito; se conjugan demasiadas variables que
hacen que cualquier cosa pueda pasar y cada deportista debe jugar de
la mejor manera posible con ellas.
Por esta razón creo que, frente al
rápido crecimiento del nivel deportivo y el desarrollo tecnológico
de los equipos para longboarding, cada rider debe preparase en varios
aspectos. El primero, considero que es el mental-emocional. La
claridad, la tranquilidad y la buena energía son los ingredientes
principales para competir y desempeñarse en competencia; permiten
adaptarse a las condiciones extremas de cada pista y cada grupo de
riders con los que nos toca correr. Estar en calma y bajar la
ansiedad días antes de la carrera nos va permitir conectarnos mejor
con nuestro cuerpo y concentrarnos en el momento de cada descenso, en
últimas estar “frescos”.
El segundo aspecto es, obviamente, el
físico. Las carreras se realizan por lo general en los lugares
ideales para hacer downhill, en los que se combina secciones rápidas
y empinadas con curvas técnicas que exigen un control total de la
bajada para llegar a la meta íntegramente (y pasar a la siguiente
ronda!). Físicamente debemos estar bien. Esto significa dormir y
comer saludablemente, así como preparar los músculos y el sistema
cardio para aguantar el voltaje de la competencia. Cada cual conoce
su cuerpo y le da lo mejor.
El tercer aspecto considero que es el
equipo. Lo dejo de último porque creo que el equipo es nuestra
herramienta y es evidentemente esencial, pero no es lo más
determinante. Puedes tener el mejor “set up” de tabla y quedar de
último si no tienes en control los dos aspectos anteriores. Lo más
importante del equipo que escogemos para competir es la conexión que
logramos con esa combinación y la seguridad que nos transmite, al
punto que nos olvidamos de ello, dejamos de pensar en las ruedas y
los trucks, nos volvemos “uno” con nuestra tabla. Cada rider es
diferente y necesita cosas diferentes, elementos que se adapten al
tipo de bajada. Considero positivo explorar diferentes tablas,
ruedas, rodamientos, bushings, trucks que estén a su alcance hasta
que encuentren la combinación ideal para ese momento. De hecho la
combinación cambia a medida que evolucionamos y es bueno probar
nuevas cosas para progresar, pero es importante conocer bien su
equipo meses antes de la carrera.
Personalmente, he encontrado que una
tabla top-mount, con cóncavo simple y con un wheelbase relativamente
corto funciona perfecto para mí. Me he sentido muy bien con la tabla
que monto ahora, una Grease Hammer de Comet, y esto me tiene
tranquilo porque sé que me “entiendo” fluidamente con mi tabla.
No soy amante de los “W” concaves o los “foot pockets”, los
“gas pedals” y los 3D concaves, prefiero algo simple y elemental,
pero es un gusto personal. Una vez más, existe una tabla y un diseño
para cada rider. El mercado es muy amplio y las opciones casi
ilimitadas.
A nivel de trucks, desde que he montado
trucks de precisión pienso que realmente hacen una diferencia a
altas velocidades. Al principio, no sentía mucho “flow” con los
hangers de 200mm un un baseplate de 45 gados. Estaba acostumbrado a
montar Randals y Bears de 180mm y con 50 grados de base. Sin embargo,
después de probar varias combinaciones de bushings (Khiro, Venom,
Fat Ant y ahora Otang Nipples) llegué a un buen equilibrio entre
downhill y freeride, a tal punto que utilizo la misma combinacion
para todo... En varias circunstancias no tenía el tiempo de cambiar
el setup y poco a poco me acostumbré a derrapar en standup
utilizando un “setup” de downhill, cuestión de práctica y
bushings.
En el caso de las ruedas, puedo decir
que es una cuestión de tacto. Creo que las 70mm o 75mm con borde
cuadrado de cualquier marca pueden hacer el trabajo si se encuentra
el duro ideal para el tipo de asfalto. Personalmente, utilizo
regularmente las InHeat o 4President en 80a y 83a, pero he probado
Hawgs Monsters, Seismic Speed Vents y en el próximo descenso
utilizaré unas ruedas de Bustin “William Royce” 78a que muy
amablemente enviaron nuestros colegas del norte para que las
probaramos. En Colombia, el pavimento es fino y relativamente liso,
considero que 78a, 80a y 83a son ideales para nuestro terreno y
proveen un agarre óptimo. Hay que jugar con el peso de cada rider y
la necesidad de derrape vs. agarre de cada circuito. En resumen, hay
que explorar de todo un poco y seleccionar lo mejor para cada uno,
pero en últimas, lo que cuenta es el indio y no la flecha.
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Ahora bien, esta oportunidad de
escribir sobre el downhill se presenta días antes de la primera
competencia nacional para el 2012 en nuestro país: la válida “Loma
Linda DH 2012” en el municipio de Subachoque. Loma Linda es una de
las primeras bajadas en las que se practicó el descenso en velocidad
en patinetas en Colombia. Desde antes del 2008, el grupo de riders
pioneros conocido como “Estrellas Negras” ya descendían esta
bajada en patinetas largas antes de que la escena longboard explotara
y cuando el número de longboarders se podía contar a dos manos.
Desde ese entonces, esta bajada ha sido
una de las mas queridas y rodadas por la vieja y nueva guardia del
downhill. Finalmente, gracias a la gestión de los promotores del
Festival de la Bajada y al apoyo del municipio de Subachoque, tenemos
ahora la carrera en este spot ideal. Con casi 3 km de recorrido,
velocidades de 85km/h y un par de curvas que pondrán a prueba toda
la técnica del predrift a altas velocidades, esta pista se perfila
como una de las mejores del circuito nacional. A sólo 1 hora de la
capital y con un paisaje espectacular en medio de colinas verdes y
cielo azul, Loma Linda es sin duda el escenario que abrirá las
puertas a un alto nivel de downhill en nuestra región.
Para esta carrera no es necesario tener
cueros, pero sí un casco integral o “full face”. De todas
maneras, montar en carretera es asunto de vida y es recomendable
protegerse al máximo. El leather es mucho más aerodinámico que la
ropa y provee una protección integral, lo cual se transmite en la
seguridad y velocidad a la hora de competir. Si puedes llegarle a un
cuero, no lo dudes, es la mejor inversión. En el caso del casco, yo
recomiendo aquellos fabricados con fibra de carbono: Icaro, Charly,
Predator, entre otros, proveen una protección avanzada. Recuerda, la
cabeza es lo más importante! Personalmente he tenido accidentes
haciendo DH y en más de una ocasión, el casco full face me ha
salvado de romperme la cara...
Finalmente, la competencia siempre ha
traído cosas buenas y aprendizaje para todos, se gana o se pierde.
Aquí, queremos rescatar las buenas y entre ellas están la reunión
de toda la comunidad y la visita de mucho parche de otras ciudades,
la integración con nuestros anfitriones de Subachoque a través del
deporte y la actividad lúdica, el beneficio para todos los que
practican y quieren el longboarding y, sobre todo, la oportunidad de
disfrutar colectivamente de una pista en condiciones perfectas para
rodar en seguridad, armonizarnos con el entorno, disfrutar de él y
enfrentarnos, en últimas, a nosotros mismos.
Fotos por: Ana Maria Quiceno, Alejandro Sanchez y Gabriella Donetti
Gracias por compartir Viejo Mauro.
ResponderEliminarMuy bn tu blog !!! Me gusta saber del movimiento de lgb en mi país .
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